Inauguración de la Liga Norte 2016 en tierras vallisoletanas

Por fin llegó la esperada Liga Norte de orientación, y para disfrutar de ella, cinco miembros del club nos desplazamos, el último fin de semana de Febrero, hasta Montemayor de Pililla (Valladolid).

No sé si por las horas de carretera que nos separan de aquellas tierras, por la falta de atractivo del terreno, por el temporal que se avecinaba... sólo Zigor, Violeta, Rubén, Martina, Javier y yo nos inscribimos en la prueba. Y el previo a la carrera comienza aquí. Una vez sabido quiénes íbamos, nos organizamos en dos coches; familia Urdamero en uno y Martina, Rubén y yo en otro. Era Jueves por la tarde y y con el mensaje y las fotos en What's App enviadas por Martina, llega la primera baja. Un despiste o cierto gusto por mirar edificios en obras mientras se corre, hacen que Martina se lesione el tobillo y reciba un fuerte golpe en las rodillas.

Esto no ha hecho más que empezar. Ya con los horarios de viaje y los puntos de encuentro decididos, el Viernes a última hora de la noche, Rubén me sorprende, nuevamente por What's App, con un mensaje en el que me decía que había cogido un virus fulminante que no le permitía ir a Valladolid. Dos compañeros de viaje, dos bajas. ¡Me había quedado colgada! Mi primer pensamiento fue no ir, pero dándole vueltas a la cabeza me acordé que podía intentar ir con gente de otro club, así que contacté con Tere del Cobi y con Irantzu de de Norte a Sur. Con la segunda había opciones.

Ya era Sábado por la mañana y el día comenzó con dos noticias; una buena y una menos buena. La primera era que la lesión de Martina había mejorado con los días y volvía a ser alta, por lo que tenía de nuevo compañera de viaje, y la segunda era que la cota de nieve iba bajando y entre Sakana y Gasteiz el tráfico estaba complicado. Por motivos laborales, salimos de Ripagaina a primera hora de la tarde, coincidiendo con el temporal.

Decididas a continuar, y confiando en el trabajo de las máquinas quitanieves, vimos como, poco a poco, nos íbamos metiendo en el infierno blanco. Tanto la AP-15 desde Irurtzun como la A-1 hasta casi Gasteiz estaban cubiertas por un manto de nieve que dificultaba la circulación y que nos hizo pasar dos horas dentro del coche para cubrir dicho trayecto.

Ya en Montemayor de Pililla, Martina y yo nos instalamos en el suelo duro, donde surgió un nuevo problema; ¡El colchón sobre el que yo íba a dormir se deshinchaba! Más vale que la familia Urdamero nos hizo un hueco en el suelo duro de su casa rural... no quiero ni pensar que hubiera sido pasar la noche sobre el gélido suelo de aquel frontón que prácticamente estaba a la misma temperatura que la calle.

El Domingo amaneció sin contratiempos. Hacía fresco pero no viento. Todo estaba preparado en la zona de carrera, y ya cada uno de nosotros sólo teníamos presente nuestra hora de salida y en mente, hacer un buen papel.

La carrera se disputó en mapa nuevo, escala 1:10000 y equidistacia 5m. El terreno lo compartían bosques, fundamentalmente de pino, extensas áreas de cultivo que cubrían las zonas Noroeste y Sur y que le daban al mapa un aspecto estrecho y con opciones limitadas de carrera, abundancia de pequeños claros, amontonamientos de piedras, pequeños cortados y un conjunto de caminos y senderos claramente perceptibles sobre el terreno.

En cuanto a los corredores, el más madrugador fue Zigor, y el más crítico con el recorrido también, llegando a cuestionarse si había merecido la pena el desplazamiento hasta Valladolid para hacer una carrera relativamente fácil, salvando una baliza larga en la que pensar un poco más por dónde ir.

Javier se estrenaba como federado y también se enfrentaba a un recorrido, M-AK, más exigente que los que había realizado hasta el momento. Terminó con buenas sensaciones y satisfecho de cómo había resuelto las balizas más técnicas de su mapa.

Martina preocupada por cómo le iba a responder el tobillo, a pesar de llevarlo bien sujeto, casi termina subiendo al podio en su primera carrera en la categoría F-35, que terminó en un merecido 4º puesto. Violeta compartía categoría con Martina, y después de correr la temporada pasada en F-AK o no poder terminar sus carreras de F-35 por temas de conciliación familiar, quedó muy satisfecha con el papel que había hecho. Parece que esta temporada esta categoría va a dar mucho que hablar en nuestro club.

¡Y que decir de mi carrera! Salí concentrada y todo iba bien hasta llegar a picar mi baliza 11 y pensar cómo ir a la 12. Decidí subir unos 15m. y seguir curva de nivel e ir fijándome en aquellos elementos que pudieran ir dándome pistas sobre dónde me encontraba, pero creo que subí alguno más y me pasé la baliza de largo. De la baliza 12 a la 13 me pasó prácticamente lo mismo y de la 13 a la 14 decidí subir hasta las tierras de cultivo y siguiendo por su linde, me aproximé a la baliza por el Sur para tomar rumbo hacia ella, pero me quedé corta y tardé un buen rato en reubicarme. Ya tenía la carrera más que perdida pero las balizas que me restaban todavía hasta la meta, las hice como si cada una fuese la primera. Terminé la carrera, no como me hubiese gustado, ni con el objetivo que me había planteado, pero si con la idea de que tendré que aprender a talonar y de que queda mucha liga por delante.

No nos podemos olvidar de Leo, que además de esperar a sus padres en la meta, salió con Zigor a buscar alguna que otra baliza, familiarizándose con el mapa. (fotos 2,4,8,9,11

El día no terminó en la zona de competición, sino que lo hizo en el frontón de Montemayor de Pililla donde se entregaron los trofeos de la carrera de ese día y los del ranking final de la liga pasada. Los primeros no nos dieron ningún trabajo, pero en los segundos, la familia Urdamero tuvo que asumir el rol de la familia Urquizu-Diego. Leo, Violeta y Zigor se subieron al primero, segundo y tercer cajón respectivamente sustituyendo a Aimar, Susana y Jorge. ¡Zorionak familia!

El próximo fin de semana 12 y 13 de Marzo, el COBI coge el relevo del COV, que organizará sus puebas en la Sierra de Gibijo, en los alrededores de Abezia, donde nuestro club también tendrá representación.

Izaskun Etxeberria